
¿Cómo funciona una grúa de construcción?
Las grúas de construcción se caracterizan por tener un gran tamaño, una ventaja fundamental a la hora de trabajar en cualquier obra de construcción.
Otro plus de las grúas de construcción, ya sean móviles o de torre, es que gracias a sus amplias proporciones son ideales para cualquier tipo de proyecto y agilizan exitosamente la obra en la que se encuentren operando.
Ahora bien, entre las partes fundamentales que debes conocer de las grúas de construcción encontramos:
– La base, que se encuentra fija y atornillada a una gran plataforma de concreto que soporta la grúa.
– La base que se conecta a la torre y que le da a la grúa de torre la altura necesaria.
– La unidad de giro que va unida a la parte superior de la torre y se compone por un gran anillo de engranajes y un motor, lo que permite a la grúa girar.
– La pluma, el brazo de la maquinaria y los contrapesos van en la parte de engranajes.
– Por último, la cabina del operador.
Por su parte, una torre grúa, misma torre de construcción, cuenta con una altura máxima de 80 metros sin soporte con un alcance mínimo de 70 metros, ahora, la carga máxima de la grúa es de 18 toneladas.
Ya para un óptimo funcionamiento, cuanto más cerca esté la carga del centro de rotación, la grúa podrá levantar el peso son mayor seguridad. La carga máxima debe ser controlada con la tracción sobre el cable y asegurarse que la carga no exceda las 18 toneladas.
Cabe resaltar que la estabilidad de la grúa se la da una gran plataforma de hormigón que normalmente mide 30 pies por 30 pies por 4 y pesa 182,000 kg.
Las grúas de construcción también se utilizan en la construcción de aeropuertos, grandes centros comerciales, hospitales, etc; en definitiva, en obras en las que por las condiciones especiales de ejecución de los proyectos necesitan mover pesos muy importantes.
Por otro lado, cuando planificamos económicamente la obra, una de las primeras tareas que debemos llevar a cabo, ya debemos saber cuál es el número exacto de grúas torre que vamos a utilizar, y por cuánto tiempo las emplearemos.
Por el contrario, si nos equivocamos en estas decisiones, lo sufrimos durante casi toda la obra, y lo sufrirán todos los participantes en la misma que requieran de este medio de elevación.